Hoy traemos para estos días más juegos de cartas. Esta vez son para pasar un buen rato mejorando la atención y la destreza manual.
Coloca todas las cartas boca abajo en cuatro filas.
Cada jugador está autorizado a levantar dos cartas para intentar formar una pareja (dos ases, dos caballos, dos
sietes...). Si no lo logra, dará la vuelta a esas dos cartas y el turno pasa al
siguiente. Si encuentra la pareja, tendrá una nueva oportunidad para levantar
dos naipes más. El vencedor es quien obtenga más cartas al
final de la partida.
¡Va de farol!
Reparte todas las cartas entre los jugadores. El que
empieza, coloca una boca abajo e indica su valor, por ejemplo, un seis.
El resto de participantes, en turnos sucesivos, deben ir
completando la baraja. Si no tiene la carta adecuada, puede mentir pero, si uno
sospecha, debe decirle: “¡Vas de farol!", y levantarla.
El mentiroso debe recoger todos los naipes de la mesa e incorporarlos al montón
con que está jugando. Si dijo la verdad, es el delator quien se los lleva. Gana
el juego quien se quede antes sin cartas.
Pequeños constructores
Pequeños constructores
No es tarea fácil. Construir una torre de
naipes requiere habilidad y paciencia, pero el resultado
es espectacular. Para conseguirlo, coloca dos cartas formando un triángulo con respecto a la base, añadiendo a continuación más cartas, siempre
en parejas. Cuando tengas la base, edifica el suelo del siguiente piso
colocando nuevos naipes. En cada nivel de ascenso deberás colocar un triángulo
menos para que tu torre vaya decreciendo. Empieza con tres pisos y
ve ampliando tu construcción poco a poco.
Una jungla en el salón
Para este juego necesitarás una baraja de cartas y
algunas fichas/garbanzos/piedras. Cada jugador elige el sonido de un
animal diferente. Una vez que os hayáis aprendido todos, repartiréis
cartas de una en una. Cuando dos jugadores tengan naipes iguales –dos sotas,
dos sietes o dos ases– cada uno de ellos tendrá que hacer el ruido del
contrario. El que lo haga antes le quita una ficha/garbanzo/piedra al
otro. Ganará el que más fichas obtenga cuando se hayan
repartido todas las cartas.
La triste sota
Coge una baraja española y saca todas las sotas
salvo la de copas y reparte todas las cartas entre los
jugadores. Cada uno forma el máximo número de parejas que pueda con sus cartas
y las coloca encima de la mesa. Por turnos, cada jugador roba una carta del
jugador que está a su derecha. Si puede, forma una nueva pareja y roba otra
vez. Si no, le toca al jugador que está a su izquierda robar una de sus
cartas. El perdedor es el que se queda con la sota de copas.
Un clásico. Las figuras de la baraja –sota,
caballo y rey– valen medio punto; el resto valen el número que tengan
(si hay 8 y 9 tienes que retirarlos). Reparte una carta a cada jugador y
después ve dándoles tantas cartas como quiera. El objetivo es sumar siete
puntos y medio. Si te pasas, quedas eliminado. Cuando todos los jugadores
tienen sus cartas les dan la vuelta y gana el que tenga 7,5 o más se
haya acercado.